Este fin de semana hemos limpiado a fondo la terraza despues de los temporales que hemos padecido en las últimas semanas. Hemos tirado varias bolsas enormes con macetas rotas y con maleza de nuestro huerto. El trabajo ha sido intenso pero ha merecido la pena.
Es una tarea pesada que cada vez trato de dilatar más en el tiempo pero que se hace imprescindible por lo menos dos veces al año. Los materiales se deterioran y nuestras plantas generan mucha materia orgánica que hay que limpiar para evitar atascos en los sumideros y la aparición de enfermedades en nuestros cultivos.
Pero la limpieza de esta temporada ha sido un poco diferente a otras ocasiones. Hasta ahora teniamos la terraza dedicada en gran medida al huerto, pero tenemos un pequeño usuario que en breve disfrutará de ella y hay que evitar peligros innecesarios por lo que hemos recolocado los cultivos en una zona en la que cerraremos el paso de la terraza y en el resto dejaremos los frutales, las aromáticas y algunas plantas como las fresas y demás frutos rojos (grosella, frambuesa y arándanos).
Además los cultivos han quedado agrupados con cierto orden como las fresas.
Teníamos que liberar espacio, pero hay sitio para todo. Esperemos tener en un futuro no muy lejano un nuevo fan del cultivo urbano.
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