Hace mucho tiempo que habíamos leído que para una planta es difícil el alimentar todos los frutos que nacen y por otro lado también a todo su fallase.
En el caso de los frutos es comprensible pues no genera suficientes recursos como para dar demasiados frutos génerosos sino que es mejor hacer una selección, sobre todo cuando se cultiva en maceta, y concertar los resultados.
Pero lo de seleccionar hojas lo veíamos más complejo. Es cierto que las hojas son básicas y necesarias para que la planta realice todas sus funciones básicas pero también han de ser alimentadas con los mismos recursos que comparten con los frutos. Lo ideal es buscar un equilibrio que facilite el alcanzar el objetivo de todo cultivo, maximizar los resultados de la cosecha.
En nuestro caso la pérdida de fallase del mandarino ha sido fortuita pero a la vista de los frutos que van naciendo sin duda merece la pena
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