Un soplo de alegría invade esta semana el huerto. El manzano enano que habíamos plantado el pasado mes de enero junto con el grosello ha comenzado a brotar uniformemente y con fuerza. Hace un par de meses le salieron las primeras hojas que se fueron muriendo poco a poco y sólo en la punta, pero ahora se ha librado de la cera que recubre a los árboles que vienen del vivero y ya crece libremente.
El años que viene esperemos probar las ricas manzanas, aunque probablemente haya que esperar al menos tres años a que el árbol madure lo suficiente y esté preparado para dar fruto.
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