sábado, 1 de diciembre de 2012

Tecnología punta

Mi ingenuidad como agricultor urbano ha quedado demostrada. Pensaba que la adquisición de una hidrojardinera o de un sembrador manual para las semillas más pequeñas era lo último en innovación, pues no estaba totalmente equivocado.

Tampoco las mesas de cultivo, que me parecen una buena idea pero que tienen un precio elevado, son de lo más avanzado. Al igual que los invernaderos eléctricos utilizados para que que germinen las semillas.

Lo último de lo último son los huertos eléctricos para cultivo hidropónico. Hace ya tiempo que había leído sobre este modo de cultivo en ausencia de tierra, en el que las plantas y sus frutos se desarrollan suministrándoles los nutrientes diluidos en agua. Se emplea incluso a nivel industrial en grandes invernaderos, ya que facilita el control de la producción y se evitan numerosas plagas.

Pero todavía estoy impactado al ver uno de uso doméstico, donde primero con calor se germinan las semillas y después mediante tabletas de nutrientes la máquina va poco a poco alimentando el cultivo, parece ciencia ficción. Lo que no me parece muy ecológico es el consumo de energía eléctrica para algo que es la propia esencia de la naturaleza, además del coste que supone. Cada uno que decida como quiere vivir su afición.




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