miércoles, 24 de octubre de 2012

Excesos que se pagan

Si bien es cierto que nuestras plantas han de tener agua y abono para su desarrollo estos han de ser en unas proporciones adecuadas puesto que un exceso de agua o de abono (en concreto de nitrógeno) puede provocar daños en la propia planta, ya sea por que se pudran las raíces o se produzca una asfixia de la planta, como por el crecimiento exagerado y debilitado.

Pero existe un fenómeno relacionado y que no podemos controlar aunque nuestros cultivos estén en maceta y es el de la lluvia abundante repentina, sobre todo en otoño o en primavera, ya que los frutos pueden crecer mucho en su pulpa mientras la cáscara ha ralentizado su crecimiento debido a un período anterior de sequía, lo que provoca un rajado en la misma.

Os dejo unas fotos de una mandarina que hemos encontrado con este fenómeno.



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