domingo, 19 de junio de 2011

El pequeño gourmet

 
En casa tenemos un gato de raza siamesa que disfruta más que nadie de la terraza ya que le encanta tomar el sol siempre que puede y tiene sus lugares favoritos para hacerlo.

Pero no es el único uso que le da a la terraza, aprovechando nuestro huerto urbano da rienda suelta a su casi obsesión por morder las hojas de las plantas y comérselas, para luego poder vomitar y así purgarse y evitar las molestas y peligrosas bolas de pelo en el estomago.

Normalmente come hojas de la hierba que nace alrededor de algunos de los frutales o de otras plantas, pero en más de una ocasión lo he visto probando otras variedades del "menú" que tiene a su alcanze, fruto sobre todo de la curiosidad innata que tienen los gatos (ya se sabe la curiosidad mató al gato). Una de las que más le gustan son las hojas del frambueso o incluso la de las matas de los guisantes. Desconozco si hay alguna explicación etológica o por razones de paladar gatuno.

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