Hemos entrado ya en el otoño, y una vez hemos empezado a cortar las plantas viejas de la temporada anterior, tenemos de nuevo macetas y tierra sin unos para plantar una nueva remesa de verduras y hortalizas.
Toca planificar que es lo que plantaremos, cuando lo plantaremos, en semillero o siembra directa, donde lo ubicaremos.
Lo primero es revisar las variedades que ya tenemos y pensar en otras que se puedan adaptar al cultivo en maceta. Para esta temporada de otoño-invierno (parece moda más que agricultura).Tenemos verduras como la berza gallega, hortalizas como la cebolla o los rabanitos, legumbres como los guisantes o las judias pintas o toda la gama de lechugas que podemos plantar durante todo el año. Pero hay que darle un repaso a todas las posibilidades, por lo que no estará de más darse una vuelta por una tienda especializada. Además puede que haya alguna variedad que no se suela cultivar en nuestra zona pero que pueda adaptarse al maceto huerto.
En cuanto a los meses de plantación, los sobres de semillas en su cara posterior suelen tener indicaciones de los ciclos de la cosecha de cada variedad, serán sin duda de gran ayuda. También existen muchos calendarios para horticultores con las plantas más comunes, no estará de más tener uno a mano. Lo que me sorprende un poco es que no son demasiado coincidentes, en algún caso me he encontrado en que el mismo cultivo según el calendario que se consulte es de una temporada u otra, por lo que aconsejo en todo caso seguir las indicaciones del sobre. Aunque a medida que la vayamos adquiriendo será lo más fiable nuestra propia experiencia.
Sobre el tipo de siembra, igualmente los sobres de semillas contienen indicaciones sobre si es un cultivo de siembre directa o de semillero, pero esto no será determinante. Tenemos que tener en cuenta que si estamos en zonas de heladas o con mucho frío se morirán los primeros brotes o les costará demasiado germinar. También si llueve mucho puede llegar a pudrirse sin que germine. De todas maneras ante la duda al cultivar en maceta podermos hacerlo directamente y poner las macetas a resguardo. Aunque mi consejo personal para asegurar cosecha y no quedarse con las ganas es hacerlo de las dos maneras, solo perderemos un poco de tiempo en preparar los semilleros y unas pocas semillas. Las cebollas por ejemplo conviene hacer semilleros, pero los rabanitos con un tamaño similar de semillas se adaptan perfectamente a la siembra directa.
Tambien convendrá el planificar la ubicación de las macetas para aprovechar al máximo los escasos rayos de sol del invierno y proporcionárselos a las que más los necesiten.
Dado que esta primavera pasada aunmentamos bastante el parque de macetas y las variedades de invierno son más limitadas voy a hacer la prueba, con independencia de aportar abono al sustrato, de dejar alguna en "barbecho" y tener paciencia para que se pudran las raíces de la cosecha anterior. Facilitará el ahuecamiento posterior de la tierra y aportará los nutrientes que contienen.
Ahora toca ponerse a trabajar...
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